domingo, 3 de julio de 2011

Capítulo 11: Stop asking me questions, I hate to see you cry.

Entré a la sala, que estaba a oscuras. "Ray." Pensé. Saqué el móvil de  mi bolsillo para iluminar el camino en vez de encender la luz para no despertar al del "Once-Ocho-Once".
Me senté a los pies de la cama y me desvestí  hasta quedarme en calzoncillos. Tiré toda la ropa por la habitación aleatoriamente, después deshice a cama y me tumbé en ella.
Era extraño, yo siempre tenía sueños largos, agoniosos... bueno... pesadillas... pero aquella noche no soñé nada en absoluto. Solo veía negro, nada más que eso.
-Frank, despiértate.- Oí decir a Ray
-Huummmm...
-¡Frank, maldito hijo de puta, he dicho que te despiertes!
-¿Q-q-quée... qué es lo que... pasa..., Ray?
De repente me sonó el móvil.
-¡Fátima!
-¡Oh!, a ella si la respondes las llamadas, ¿no, Frank?
-¿Qué...?
Ray me quitó el móvil dela oreja.
-Te llama luego.- Dijo colgando a Faty.
-¡Heeeeey!
-¿Por qué no le cogías el móvil a Gee?
-¿A Gee...?- Todavía no se me había pasado del todo el efecto del alcohol del todo y no sabía a qué se refería Ray cono lo de "cogerle el móvil"
-Sí, a Gerard, tu novio, Frank.
-¿Qué pasa, que porque sea mi novio tengo que vivir en modo "WORLD: OFF// GERARD:ON"? No lo creo...- Ya caí en lo que quería decir el Ricitos.
-Frank, ¿qué os pasa?
-Pues que el otro día estaba ocupado y él coge y se enfada por eso, porque tuviera cosas que hacer no relacionadas con él, por tener una vida social, por tener amigos...
-Ya, y esos "amigos" tuyos... Dime, ¿son quizás del sexo opuesto y son algo más que amigas?
-¿¡Qué cojones dices, Ray?!
-Frank,- Dijo recogiendo mi camiseta del suelo y estirándola. Habían manchas de pintalabios rojo por doquier, sobre todo por el cuello de la prenda y apestaba a alcohol.- ¿qué tal lo pasasteis tú y ella?
-¿Qué? N... no entiendo nada... Yo no he besado a nadie que no fuese Gerard.
-Ya, pues díselo a él, ha visto la camiseta.
Salí corriendo a la habitación de los hermanos Way. Seguía enfadado con él, así que no sabía porque me molestaba en intentar arreglar nada, a demás, yo sabía que esto era mentira, no había besado a nadie... A pesar de eso me planté en la habitación y llame a la puerta.
-¡Hum...!- Dijo Mikey bebiendo un sorbo de café.- Hola, Frank, pasa.
-¿Está tu hermano?
-Nop...- Otro sorbo.- Se fue,- Hizo una pausa en la que pensó si beber o no de la taza.-al bosque. Siempre que necesita pensar se va allí.
-Madre mía... yo no besé a nadie...- Estaba a punto de romper a llorar.- Mikey, tú... le podrías...-No aguanté más y rompí en lágrimas.- Mikey... ¿tú me crees, no?Yo no besé a NADIE.
-Frank, tranquilo.- Dejó la taza en la encimera de la mini-cocina y pasó su brazo por mi espalda, dirigiéndome hacia el sofá y sentándonos en el.- ¿Qué pasó?
-Mikey, no besé a nadie...

Se hizo un silencio sepulcral en la sala.
-Dime que me crees, Mikey, por favor...
-Te creo... hablaré con Gerard... Vete a dormir, lo necesitas...- Mikey me dedicó una cálida sonrisa.
-Gracias, de verdad...- Traté de devolverle el gesto pero estaba tan destrozado que no pude.
Cuando estaba saliendo Mickey me detuvo.
-Eh... Frank... ¿Sabes el bosuqe que está a las afueras? Gerard estará allí seguro.
-Gracias, Mickey, voy para allá.
Cogí las llaves de la moto y me fui sin pensarlo dos veces.
Dejé la moto apoyada en un árbol y me adentré en la marabunta de hojas.
Andé sin rumbo hastá divisar una mata de pelo rojo vivo. El nudo en mi garganta por una parte se deshizo, pero por otra se intensificó.
-G...Gerard...- Finalmente me decidí a decir.
Este se dio la vuelta durante un segundo y vovió a girarse. Estaba llorando.
-¿Qué quieres?
-Gerard, yo no besé a nadie, te lo juro.
-Ya, tu camiseta tiene estampado de labios femeninos rojos, ¿no?
-Es la nueva moda...-Hubo un silencio largo e incómodo. El viento le seplaba el pelo a Gerard... era una escena tan bella... no pude evitar fotografiarla con la cámara del móvil. Las hojas chocaban entre sí y las ardillas correteaban de árbol en árbol.
-Joder, Gee...
-Gerard.- Me interrumpió
-Gerard, no me seas estúpido.
-Yo no TE soy nada.- Dijo entrecomillando con los dedos y poniendo énfasis en el "Te".
-Gerard, cago en la ostia. Eres lo más importante en mi vida, ¿olles? No se como puedes tan siquiera...-Las lágrimas comenzaban a salir.- tan si quiera... dudar.
Le miré a los ojos y sus muros se derrumbaron dejando al Gerard frío y distante desaparecer y aflorando el Gerard cálido y comprensivo.
-Oh, Frankie... Ven...- Se levanto para cogerme de la mano y llevarme hasta la moto.- Te creo...
-Nunca me dejes...
-No lo haré, lo juro.
Nos montamos en la moto y se me olvidaron todos mis temores al sentir sus brazos agarrarse a mi cintura.
-Podemos parar en el cementerio, si quieres... Me encantan los cementerios...- Dijo el sonriendo.
Le sonreí yo también y giré para ir al cementerio, el único que había y en el que estaba enterrada Laura.
-Vamos, pues.
Me abrazó con fuerza y apolló su mejilla derecha en mi hombro, también derecho.
Aparqué la moto.
Había anochecido y el guarda de por las noches no se tomaba su trabajo nada enserio, se dormía, así que era como si estuviésemos solos.
Salté la valla y la abrí para que Gee pudiera pasar. Abracé su cuello y le besé levemente.
El soltó una ligera risa y tiró de mí cogiéndome de la mano, mordiéndose el labio en una sonrisa pícara.
Me tiró del brazo atrayéndome a él. Su lengua rozó el contorno de mis labios y penetró en mi boca. Me separé de él. "Es hora de llevar esto a un nuevo nivel." Me dije. Mis manos bajaron hasta su cintura y mi boca rozaba su oreja, que mordí suavemente. A mí eso me ponía, a lo mejor a él también.
Nos empezamos a desvestir, primero su camiseta, luego la mía y así sucesivamente. Comenzó a besar mi tripa bajando cada vez más e introduciendo mi órgano reproductor en su boca. Me giré hasta hacer yo lo mismo con él. Me ardía el pene, tenía una erección, pero no me importaba porque era él. Unos veinte minutos después él se corrió y yo también, pero en menor cantidad y a causa de que él lo hiciera. Me separé de él y quedamos mirándonos cara a cara.
-Ahora creo que me gusta el núemor sesenta y nueve.
Ambos reímos.
-Tienes...- Dijo Gee señalando mi boca.
-Tú también.
-Espera que te la quito.
-Gracias, y yo a tí...
Nos enredamos en un vivo y apasionado beso. Uno que dejaba ver claro como el agua cristalina los sentimientos del uno por el otro.
Gerard se movió y volvio a introducir en mí... parte de él, digamos, por detrás mientras besaba mi cuello y mi espalda y abrazaba mis hombros. 
Se movía lenta y dulcemente... Dios, estaba en un puto cementerio y mi exnovia muerta estaba allí enterrada... Otro movimiento hizo que me olvidara de todo. Me daba igual dónde, cuándo o quién estuviera, lo importante era que éramos Gerard y yo, juntos de nuevo y no había nada que lo impidiera.
Justo en el momento más bonito de todos algo lo inetrrumpió.
-¡Eh!, vosotros, ¡fuera de aquí!
Era el guarda del cementerio. "¿Qué coño haces tú despierto, cabrón? Pensé. Cogí la mano de Gerard y recogimos la ropa para salir corriendo. Llegamos a un lado que daba a una arboleda y allí nos vestimos rápidamente.
-Creo que no nos ha visto ni la cara ni lo que hacíamos...- Le dije a Gerard.

5 comentarios:

  1. hahahahahha once ocho once!!! XD me meeooo !!
    me encantaaa el capp ^-^

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  2. Oh me encanta! El detalle once-ocho-once es buenisimo jajajajaja

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  3. hahahah muchas gracias^^ me alegroo:DD
    por cierto, little monsters, te tengo en tuenti? :3

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  4. JAJAJA k lindo lo del cementerio XD y como han dicho las demás lo del ocho- ocho- once me encantó XD menos mal que se arreglaron XDDDDDDD
    XOXO
    P.

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