martes, 28 de junio de 2011

Capítulo 10: Please understand that I can't stop now becouse I'm dancing

Me quedé al lado de la tumba, fantaseando que Laura estaba allí, viva, hablando y riendo conmigo.
Era tan bella como la recordaba a pesar de ser un espejismo en mi mente. 
-Gracias por las flores, ya sabes cuánto amo la Belladonna... 
-Sí, por eso las compré para tí.
De repente me sonó el móvil y Laura se disipó como una nube de humo.
-Diga.
-Frank, salgo en media hora, ¿a dónde vamos?
-Claudia, pues... no sé, es tu terapia de reabilitación de corazones, tú elijes.
-Vale.- Rió- ¿Sigues en el cementerio?
-Sí...
-Ahora paso a por tí, ¿de acuerdo?
-Vale.
-Hasta ahora.
-Chao.- Colgué.
Desde entonces no podía traer de vuelta a Laura conmigo, ya no la podía visualizar y estaba solo. Los minutos par
saban muy lentamente. Miré al reloj: Las ocho y media. El tiempo pasaba y yo movía nerviosamente las piernas. Estuve varios minutos así y volví a mirar al reloj de nuevo: Las ocho y media pasadas. "¡Una mierda, pero, dos minutos no pueden haber pasado solo dos minutos! Han pasado diez mínimo."
Saqué la cartera y de ella la fotos de Gerard. Empecé a romper su cara y en las que salíamos él y yo simplemente rompía su rostro, quedando el mío intacto.
Miré el reloj. Solo habían pasado tres minutos.
-¡Aghh!- Exclamé desesperado.
Tras varias horas que en realidad cada una eran siete segundos verdaderos decidí volver a intentar matar un poco el tiempo, esta vez con resultados. Busqué  en mis bolsillos un papel y lo encontré. Saqué también un boli y comencé a componer una canción.
"¡Guau, ha ido más rápido y más fácil que otras veces!" Pensé al acabarla. Era cierto.
Miré el reloj: Las 9. "Genial." Pensé
-Enano.- Con esto, Claudia interrumpió mis pensamientos.
-¡Vámonos, por Dios!
Ella rió y me miró. Me acerqué hasta ella y me dio un beso en la mejilla.
-Venga, que se te ve impaciente.
-Es que me estaba matando a aburrimiento.
-Ya lo suponía, pero estabas haciendo algo en un papel, ¿puedo verlo?
-Es una canción.- Dije sacando el papel.- Creo que la titularé "10 Rings". Toma.
-¿Me la cantas?
-Claro, ¿por qué no?, pero luego que cantar en un cementerio no es que sea muy...
-Ya,- Rió.- lo dejamos para luego.
La sonreí.
Fuimos hasta una parada de autobús y esperamos a que llegara el nuestro. A medida que uno se aproximaba, Claudia se acercó y miró el número.
-El 160, vamos, es el nuestro.
-Pero yo no tengo mucha pasta, vamos a pie.
-Ni pasta ni leches, me da igual, te dejo yo dinero, hoy vamos a pasarlo en grande, ¿entendido?
Sonreí y me subí tras ella al autobús.
-Bueno, ¿a dónde me llevas?
-Vamos a ir a un bar con una amiga mía, Raquel, y después a ir pedo por ahí, sin rumbo, dejándonos llevar y liberándonos.
-Suena bien.- Sonreí.
-Y me tienes que cantar la canción.- Dijo devolviéndome el papel.
-Bueno, vale.
Estábamos solos en el autobús así que empecé a cantar.
Learn to live with decisions that you made, I learned things from the break that I can't forget.
Catch you doing drive-bys at 1AM, it must kill you to know that we can't be friends.
End of the summer, you cut me off, I cut you out of the pictures I have, End of the summer you cut me off, I cut you out of the pictures I have.
Stop calling my house, stop calling my house, my house, my house, my house.
Living room, answering machine turned off, ten rings 'till I pick up and you hang up. 
You made your bed to lie in with someone else, guess you better watch what you wish for.
End of the summer you cut me off, I cut you out of the pictures I have, end of the summer you cut me off, I cut you out of the pictures I have.
Stop calling my house, stop calling my house, my house, my house, my house, my house, my house, my house, my house.
Stop calling my house, my house, my house, my house, my house.
There's nothing left to say, I won't answer the phone, your obsessionnis starting to lose it's charm, nothing left to say, I won't answer the phone, we're over and done.
Stop calling my house!
-Guau... Está genial, me encanta.- Dijo aplaudiendo.- ¿Cómo decías que se llamaba?
-Gracias.- Dije riendo vergonzosamente como cada vez que me alagaban por algo.- Ten rings.- Respondí.
Ella asintió mientras que, lentamente, dirigía su cabeza hacia el cristal.
-Ya llegamos.- Dijo mientras que se levantaba para salir del autobús.
Me levanté y salí del autobús detrás de ella.
Andamos unos metros más y llegamos a la puerta de un centro comercial.
-¡Raquel!- Saludó con la mano Claudia.
-¡Hey!- Raquel le devolvió el gesto mientras se acercaba a nosotros. Era más o menos alta, esbelta, con ojos y cabellos morenos, los cuales tenía rizados.
-Hola, Frank, Claudia me ha hablado mucho de tí. ¿Qué tal?, soy Raquel.- Me dió dos besos en las mejillas.
-¿A sí? Bien, ¿y tú?
-Sí.- Dijo riendo y mirando a Claudia.- Bien. Encantada de conocerte al fin.
-Igualmemte.- Dije con una radiante sonrisa en la cara.
-¿Nos vamos ya?
-¡Vamos!- Dije alegremente como un niño impaciente por bajar las escaleras y abrir los regalos en el día de Navidad.
-Bueno, Frank. ¿Qué estudias?
-Pues mixtas.- Le respondí a Raquel.- ¿Tú?
-Igual.
-¡Oooohh! Tenéis cosas en común, buen comienzo.- Dijo Claudia riendo estruendosamente.
-Tonta...- La dije sonriendo, a buenas.
Me devolvió el gesto con una sonrisa pícara.
Llegamos a un bar y pedimos mesa en la terraza.
-Bueno aquí ya pilotas tú, nos dejamos en tus manos.- Le dijo Claudia a Raquel.
-Llevo viniendo a este bar desde pequeña, se qué platos merecen o no la pena y tal...- Me aclaró Raquel.
-Bueno, ¿y qué vamos a pedir?
-cervezas, patatas, aceitunas, alitas de pollo y souflé de chocolate.
-Suena bien, pero me he traído poco.
-Tranquilo, está genial de precio, más o menos diez euros todo lo que he dicho, entre nosotros tres pues yo que se apróximadamente tres euros y pico por cabeza.
-¡Guau! Está genial.
-Sí, lo sé.
Pedimos lo dicho al camarero y tras la copiosa comida, excelente, he de decir, Claudia sacó el tema de mi faceta musical.
-Bueno, Enano,- Dijo Claudia.-¿me tienes que cantar algo, no?
-¿Aquí?
-¿Por qué no?
-¿Cantar?- Dijo Raquel emocionada.
-Sí, Frankie canta y toca la guitarra genial. Sus canciones están súper bien.
-No es para tanto...- Me sonrojé.
-Calla y canta.- Dijo Claudia guiñándome un ojo.
-Bueno...
Me aclaré la garganta y empecé a cantar mientras golpeaba ligeramente la mesa de metal del bar con la mano simulando la batería de la canción.
"Learn to live with decisions that you made,
I learned things from the break that I can't forget.
 Catch you doing drive-bys at 1AM,
it must kill you to know that we can't be friends.
 End of the summer, you cut me off,
I cut you out of the pictures I have,
end of the summer you cut me off,
I cut you out of the pictures I have.
 Stop calling my house,
stop calling my house,
my house,
my house,
my house.
 Living room,
answering machine turned off, ten rings 'till I pick up and you hang up. 
 You made your bed to lie in with someone else,
guess you better watch what you wish for.
 End of the summer you cut me off,
I cut you out of the pictures I have,
end of the summer you cut me off,
I cut you out of the pictures I have.
 Stop calling my house,
stop calling my house,
my house,
my house,
my house,
my house,
my house,
my house,
my house.
 Stop calling my house,
my house,
my house,
my house,
my house.
 There's nothing left to say,
I won't answer the phone,
your obsessionnis starting to lose it's charm, nothing left to say,
I won't answer the phone, we're over and done.
Stop calling my house!"
-¡Wooooow!-Gritaron entre aplausos las chicas.
-¿Cómo se llama?- Pregunto Raquel.
-"10 Rings"
-Me encanta.
-Chicos, siento cortar el rollo pero deberíamos ir moviéndonos.- Dijo Claudia.
Pagamos la cuenta y nos fuimos. Raquel se abrazo a mi cuello y dejo caer su peso en mi. Iba borracha, al igual que Claudia y yo, pero no era paa tanto, se podía tener en pie perfectamente, pero no importaba. Pasé mi mano por su cintura para que ella estuviese más cómoda, sujeta y segura y yo con menor peso en el cuello.
Llegamos a una discoteca con un gran letrero de lentejuelas y pequeños cachos de espejo y purpurina que formaban las letras del nombre del local "Dark Night" Me gustaba ese nombre para una discoteca.
-Hoy es gratis todo menos las copas.- Dijo Raquel, y acto seguido entramos.
"She's got a love like woe, girls got a love like woe (ladada) And I feel like it don't make sense, becouse you're bringing me in and then you're kicking me out again..."
-¡"LOVE LIKE WOE"! Amo esa canción. -Dije agarrando los brazos de la chicas y arrastrándolas a la pista de baile.
Estuvimos bailando canción tras canción hasta que dieron la 6 de la mañana y a parte de cansados, estábamos completamente borrachos.
Cogimos el mismo autobús en el que habíamos venido Claudia y yo.
-Ah, Frank, toma mi número.- Raquel me dio un papelito.
-Vale, te llamo mañana.
-Adiós.- Nos despedimos Claudia y yo.
Nos subimos al autobús y esperamos en silencio a que llegara nuestra parada. 
-Bueno, Claudia, me voy que en unas horas tengo clase. Gracias por todo lo he pasado genial.
-Adiós, Frank.
Nos dimos dos besos en las mejillas y me fui a mi habitación.

2 comentarios:

  1. Pobre Gee... pero bueno... ¿que pasará?
    jaja es que me imagino a Frankie borracho con quince años y me entra la risa :)
    XOXO
    P.

    ResponderEliminar