viernes, 17 de junio de 2011

Capítulo 7: Came a time when every star fall brought to you the tears again.

-¿Me vas a presentar a tu amigo?- Me dijo Lili con una sonrisa en la cara.
-Hola, soy Gerard.- Gee tendió la mano para estrechársela, pero Lili siempre saludaba con dos besos en la mejilla.
-Lili. Encantada.
-¡Enano!- Una voz grave salía de detrás de la puerta.
-¡Bob!- Exclamé.
Chocamos, juntamos los puños, nos cojimos de la mano con los pulgares hacia arriba y golpeamos nuestros hombros.
-¿Qué tal te va?
-Genial.- Dije mirando a Gerard, con una sonrisa pícara.- ¿A ti?
-Bastante bien, tío.- Se giró hacia Gerard para saludarle.- Hola, soy Bob.- Le dijo.
-Hola, yo Gerard.
-Bob, vamos a la habitación.- Le dijo Lili.- ¿Nos vemos luego?- Preguntaron los hermanos.
-Claro.- Gerard y yo les sonreímos.
-Me tienes que contar cosas, ¿No, Frank?
-Si...- El simple hecho de pensar en contárselo me bloqueaba y no sabía cómo empezar.- Siéntate.- Di palmaditas en la cama para que se sentase a mi lado.
 Empecé a tartamudear, me percaté de ello asi que respiré hondo para calmarme y lo intenté de nuevo.
Le conté con todo detalle lo que pasó aquella noche, mientras que lo hacía, sentí como me perdía a mi mismo, como todo se me caía encima, me sentía fatal, no podía controlar nada de lo que hacía y rompí a llorar. Su cara reflejaba preocupación, tristeza e instinto de protección. Me abrazó con fuerza ayudándome a llorar más para poder desahogarme mejor. Me sentía muy bien en sus brazos y no quería soltarme jamás, pero aún así me separé ligeramente para poder ver su cara.
- Gerard, esa noche creí haber perdido un rumbo en la vida, me perdí a mí mismo. Nada tenía sentido y no encontraba razón alguna para seguir viviendo.- Miré sus ojos verdes con la mayor sinceridad posible y continué hablando.- Dejé de buscar, me di por vencido... Y, entonces, cuando creí que no había vuelta atrás, cuando di las pocas posibilidades de salir hacia adelante por inalcanzables e inexistentes, entonces apareciste tú.
-Fr... Frank.- La tristeza se veía clara en sus ojos.- Quiero que sepas que me tienes aquí contigo para lo que sea.
-Gerard.- Comencé a llorar de nuevo.
-Pase lo que pase, ¿me oyes?- Me dijo. Asentí. Él me zarandeó suevemente haciendo que levantase la cabeza para mirarle fijamente a la cara.- He dicho: ¿me oyes?- Asentí de nuevo.- Frank, no te oigo...- Reí levemente.
-Si.- Sonreí y el me dió un ligero puñetazo en el hombro.
-Así me gusta, Enano.
Me avalancé violentamente sobre él y comencé a besarle, entregando mi cuerpo y alma en cada beso, en cada movimiento. Las lágrimas resbalaron sobre mi mejilla hasta caer en las suyas y, aquellas lágrimas de dolor comenzaron a transformarse en unas de alegría. Me separé levemente de él, lo suficiente para poder hablar aunque mis labios y mi aliento rozaran su rostro con cada palabra.
-¿Enano yo?
Sonrió con dulzura y abrazó mi cuello atrayendo mi boca a la suya. Mis brazos rodearon su cintura juntado nuestros cuerpos. En ese momento éramos uno, estábamos unidos, física y mentalmente, nada podía separarnos, juntos éramos invencibles. "La de cosas censurables que yo le haría". Mi mente pensaba por sí sola en este tipo de situaciones, pero esta vez no me avergonzaba de lo que acababa de pasar por mi cabeza, lo sentía de verdad, deseaba aquello... Entonces se separó de mí, tal y como yo lo había hecho antes.
-Sí, tú, ¿o qué pasa?, ¿no lo eres?- Sus labios rozaban los míos al hablar. ojalá hablase más en aquella posición porque aquellos ligeros roces se acababan de convertir en mi mayor anhelo, más bien un segundo mayor anhelo, ya que el primero era él.
-Dependiendo en que cosas... y tan enano no soy oye, que estoy 5 centímetros por encima de la media de lo que es ser bajito...- Parecía un niño pequeño protestando y defendiéndose cuando le llamaban algo que realmente era.
-Ya, ya, ya... eso dicen todos.
-¡Qué te lo juro!- Dije entre carcajadas.- Mira.- Me interrumpió antes de que dijera nada, se incorporó y yo le imité.
-¿Perdona?, ¿podrías hablar más alto?, es que verás, desde aquí arriba no se te oye.- Dijo maliciosamente.
-¡Qué eres extremadamente bobo!- Grite.- ¿Me oyes ya?
-Mmm... No, más alto por favor.- Rió y luego me miró dulcemente.- Los medio-metros deberíais aprender a  hablar más alto.
- Y los mecheros deberías saber que el fuego quema, ¿no?, así que calla por tu bien.- Le sonreí y me incliné para besarlo.
*Biiiiip*, *Biiiip*
-Mierda.- Susurré.- Gee, me tengo que ir, adiós.
-Adiós.- Dijo confusamente.
-Luego te cuento, lo juro.- Dije a medida que me alejaba con Pansy en brazos por los pasillos hasta detenerme en el baño común de chicos y me arreglé un poco el pelo. Saqué las llaves de mi moto y un papelito con una dirección apuntada, me subí a la moto con Pansy y tras arrancar la moto me dirigí rápidamente al lugar indicado en la hoja. 
Había quedado con Fátima, una vieja amiga de la guardería. Habíamos estado hablando mucho en los últimos tres años. Me contó que tocaba el bajo y que tenía planeado formar un grupo. Yo en esto tenía experiencia, ya que llevaba tocando en bandas desde hacía tiempo, pero ninguna había cuajado, esta era otra más y no esperaba que tuviese éxito, la verdad.
Llegué a la casa en la que habíamos quedado. Me bajé de la moto y antes de entrar cojí una larga bocanada de aire que solté en forma de suspiro. "Allá voy", me dije.
La valla del jardín estaba abierta, dando a un camino de piedras sobre el césped que daba a una casa grande de la época victoriana. Era una casa preciosa, me recordaba a las casas góticas antiguas. La puerta era grande, negra, con unos números de metal pintados de dorado en ella. "246" Llamé a la puerta y me abrió Fátima.
-¡Frank! Pasa, te estábamos esperando.-Entré y cerró la puerta detrás de mí.- Quiero presentarte a Alba, ella es la baterista.
-Hola, ¿qué tal?- Me dijo ella, era una chica alegre por lo que se veía.
-Hola, soy Frank, encantado.
-Igualmente.- Dijo Alba esbozando una sonrisa en sus labios.
-Bueno, ¿y qué nombre habíais pensado para el grupo?- Pregunté.
_Frank, no tenemos ni siquiera grupo al completo.- Dijo Fátima.
-¿Y qué nos falta?
-Otro guitarrista y un cantante.- Dijo Alba.
-Yo podría cantar.- Me ofrecí
-¿Enserio? Eso sería fantástico.- Dijo Fátima.
-Sí, pero sigue faltando un guitarrista melódico.- Dijo Alba.
-Mi compñero de habitación podría encargarse de ello, se le da bastante bien tocar la guitarra y hace unos punteos flipantes.- Mi móvil sonó.- Un momento, por favor.- Me disculpé. Miré el número. Gerard...
-¿Quién es, Frank?- Me preguntaron las chicas. Ellas ya estaban listas con sus respectivos instrumentos preparados para empezar a ensayar.
-No, nadie, ya llamo luego.- Colgué y me fui con Pansy con las chicas.


Siento no haber subido durante tanto, pero he estado de exámenes y si no aprobaba todo no iba al Decode :S. Pero bueno, ¡he aprobado! así que si no la cago esta semana con mi madre iré y lo mejor de todo es lo que tenía en mi estado de tuenti (Aquellos que me tenéis agregada lo habréis visto [Soy Meer Emo Comoquieras en el tuenti, agregadme si queréis consultar dudas, preguntar algo, hacer correcciones, sugerir o simplemente hablar :D] ahora tendré de estado el blog así que mirad mi antiguo estado y lo véis.)
Subiré más en breve, espero que no me queráis matar por la espera hahaha :)
Besos: Athomic Sunshine.

2 comentarios:

  1. Hi! jaja bueno, otro maravilloso cap, pobre enano, que malo Gerard, y bueno, ¿que más decir? Keep Writing!

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