sábado, 21 de mayo de 2011

Capítulo 5: What I do is just to get back in your arms

(Narra Gerard)
-Eres idiota.- Acto seguido: colleja por parte de Mickey.
-Subnormal.- Ray imitó el acto de mi hermano.
-¡Vale!, ya lo he pillado.
Si, realmente soy subnormal, idiota y todo eso, ¿por qué? eso era fácil, Frank. Había sido muy egoísta al no hablar con él. Tenía verguenza, si, pero no pensé en nadie más que en mí mismo, y encima no lo hice bien. Seguro que él también tenía verguenza de hablar sobre el tema, pero no me paré a meditarlo, a demás, ¿qué hubiese perdido? Si quería hablarlo sería porque algo quería que pasase... Ahora si que lo he perdido todo.
-Es que enserio...- Agaché la cabeza. Me conocía tan bien a Mickey que sabía que me iba a pegar, que fue lo que no consigió gracía a que me agachara.- eres bobo.
-Mucho, demasiado, elevado al cubo, infinit...
-¡RAY!, ya lo he pillado, joder.
Me encerré en mi cuarto, cogí ropa limpia y me la puse tras ducharme. Cogí mi cartera y me fui camino al hospital.
A la entrada del edificio vi un puesto de flores y compré un ramo de éstas para Frank.
"Allá vamos..." me dije y entré dirigiéndome a secretaría.
-Hola, buenos días.- Saludé.
-Hola, ¿puedo ayudarte?
-Sí, ven´´ia a visitar a Frank.
-¿Apellidos?
-Iero Pricolo.
-Si.- La secretaria tecleó el nombre en el ordenador.- Lo siento, emm...- Me miró como diciendo "¿Y tu nombre es...?"
-Gerard, Gerard Way.
-Lo siento Gerard, Frank está en una revisión que revelará la fecha en la que le darán el alta, ¿quieres que le diga que has estado aquí?
-Si, porfavor, y si pudiese avisarme de cuándo puedo volver se lo agradecería.
-Bien, Gerard, por supuesto, déjame un número de contacto y te llamaré.
-635
-Si
-447
-Si
-891
Repitió el número asegurándose de haberlo cogido bien.
-¿Quieres que le de las flores de tu parte?
-No, gracias, así está bien.
-De acuerdo, buen día.
-Igualmente.
Cogí el móvil y llamé a Mickey para decirle a él y a Ray que quedásemos en el café que había al lado del instituto.
-Vale, aviso a Ray, pero yo llegaré tarde...o a lomejor no voy... es que he quedado con amigos de mi clase de mates.
Me alegra que Mickey haga amigos, es muy tímido y las relaciones sociales cara a cara no son lo suyo.
Llequé al café y vi a Ray entrando.
-Eh, Ray, espérame.
Entramos y nos sentamos en la mesa al lado del ventanal.
-Bueno, cuéntame.
-No, si nada... le estaban haciendo no se qué pruebas para saber el día del alta y no he podido verle, me han dicho que ya me avisarán cuando pueda.
-Hola, ¿sabéis ya qué queréis?-Dijo el camarero.
-Yo quiero esto.- Dijo Ray señalando la bebida.
-Bien, ¿tú?
-Lo mismo que él.
-Marchando.-Cogió los menús y se fue.
-¿Qué he pedido?- Le pregunté a Ray.
-Ya verás.
Estubimos en silencio hasta que trajeron las bebidas.
-¿Me vas a decir ya qué es?
-Calla y bebe.
"¿Qué tengo que perder?" Bebí de aquella copa llena de un líquido rojo que sabía genial.
-Madre mía, está de vicio.
-Lo sé.- Dijo Ray y bebió del suyo.
Cuando estaba a punto de acabarme el batido me llamaron al móvil. Lo cogí y miré el número antes de contestar, no lo tenía registrado.
-¿Quién es?
-No sé...
-¿Hola?
-Hola, Gerard, soy Claudia, la enfermera de Frank. Llamaba para informarte de que ya puedes venir a verle.
-Enseguida estoy allí, gracias.- Colgué y me dirigí a Ray.- Ya puedo ir a ver a Frank.
-¿A qué esperas?, ¡corre!
-A tí.
-No, yo no voy... tengo un examen de álgebra mañana, y ya que Frank no va a poder ayudarme cómo prometió tendré que estudiarlo yo solito.- Dijo Ray. Era cierto que Frank no había tocado un libro en su vida, pero era doblemente verdad que era un chico muy listo con muy buenas notas... se diría, y no exagero, que su media es de matrícula.
-Adiós.- Dije sonriendo.
Llegué al hospital lo más rápido que pude y pregunté por su habitación.
-Es la 3111, primera planta segundo pasillo en el ala izquierda.
"3111, primera planta, segundo pasillo, ala izquierda" me repetía a mí mismo hasta haber llegado a mi destino.
Cogí aira y dejé el ramo de flores en el suelo al lado de la puerta. Desde fuera se oían risas que venían de la habitación de Frank, lo cual me dió aún más temor a llamar, pero aún así lo hice.
-Adelante.- Dijeron dos voces al unísono.
Asomé mi cabeza por la puerta sin abrirla completamente.
-¡Gerard!
-Hola, Frank.- Le dediqué una sonrisa.
-Gerard, ella es Claudia.
-Hola.-Me dijo ella alegremente.
-Hola.- Dije yo con igual alegría.
-Os dejo solos para que habléis y eso.
-Adiós.- Dijimos Frank y yo.
-Bueno, ¿y qué tal?
-Bien.
-¿Qué tal llevas estar aquí encerrado?
-Bien, bien, por aquí me miman bastante.- Rió.
-Me alegro, ¿cuándo te dan el alta?
-Tres semanas.- Dijo meneándo tres dedos de la mano derecha y doblando los otros dos.
-Eso es mucho.
-Si, pero ahora eso no importa... me tienes que responder a algo.
-¿Y qué quieres que te diga?
-Todo.
-No hay mucho mas que decir, creo yo que con el papelito ya se sabe todo lo que hay que saber, ¿no?
-No, quiero que me lo digas tú.
-Pues... esto... pues...
-Gerard,- Me paró en secó.- Respira hondo, cierra los ojos y habla.
Hice lo que me indicó.
-Pues, como ya sabrás, yo... esto...- Elegí con cautela qué palabras debía utilizar.- creo que tú..., ya sabes,... me gustas.
Busqué alguna expresión en su rostro que indicara su reacción a mi declaración, pero lo único que encontré fue nada. Estaba quieto mirándome sin más...
-Di algo, por favor.
-Pues si, te diré dos cosas. La primera, que la estás cagando. La segunda, tienes un gusto pésimo.
-No se si la estoy cagando o no, pero lo que si se es que nunca había sentido esto por nadie. Y perdona que tenga un gusto tan pésimo como para que me gustes, pero es así, soy así. No pude evitar enamorarme de esa forma de ser tuya tan "repelente", esos ojos tan "feos" que tienes, esa nariz tan "amorfa" que te ha tocado, ese pelo "tan asqueroso" con ese peinado tan "horrible" que te haces, ese cuerpo tan "desproporcionado", esa forma tan "mala" de tocar la guitarra y esa voz de "camionero" que oígo cuando cantas por las noches desde mi habitación, esa cara tan "asquerosa" que porfavor te pido que te tapes que me vas a "traumatizar" con ella, tápatela aúnque sea con una máscara de Golum estarías "menos feo"...- Dije en el tono más irónico que me fue posible poner.-Si, siento haberme enamorado de un puto troll... yo quería haberme enamorado de tí... ¡ah!, no espera, que resulta que ya lo estoy.
Se encogió de hombros y sacó un cigarro de la funda de Pansy.
-¿Quieres? Solo me queda este, pero podemos compartirlo.
Asentí mientras él lo encendía. Me lo tendió para que diese la primera calada, eso hice y se lo volví a pasar. Repetimos esta operación varias veces hasta que se nos acabó el cigarro.
Miré la funda que habia dejado abierta. Dentro había un número inpensable de cajetillas de tabaco vacías.
-Eres un fumador compulsivo...- Le dije sonriendo.
Él se rió.
-Puede, pero dime, ¿qué sería un fumador compulsivo... sin su querido mechero?- Me miró con  una ternura y una dulzura que lo hacían aún más achuchable de lo que ya era, cosa que creía imposible. Era lo más bonito que me habían dicho jamás. Era oficial, estaba totalmente enamorado de Frank Anthony Thomas Iero Pricolo Jr.

2 comentarios:

  1. Jeje este cap ha sido genial! me encanta Golum XD
    y la ironía de Gee también, espero que Frank no la cague otra vez :)
    I'M YOUR FAN NUMBER 1! XD
    XOXO

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